El sector de la robótica registra un crecimiento continuo a escala mundial, con China a la cabeza. España se encuentra entre los quince primeros. Los cuellos de botella que causó la pandemia en las cadenas de suministros ralentizaron la forma en que los fabricantes establecidos dieran salida a sus pedidos: otro factor que ha incrementado la demanda de los fabricantes de robots chinos. Otra opción es comprar un robot usado.

El Informe Mundial de Robótica publicado hace poco por la Federación Internacional de Robótica (IFR) muestra que el sector de la robótica sigue en auge. Lo ponen en evidencia las nuevas instalaciones de unidades, que aumentan constantemente y constituyen el indicativo más notable del sector. Más de medio millón de nuevas instalaciones a escala mundial en el año 2022 representan un crecimiento firme del 5 %. Casi tres cuartas partes de estas nuevas instalaciones tuvieron lugar en Asia, el primer adquirente con diferencia, seguido por Europa con el 15 % y el total de las Américas con el 10 % de las nuevas unidades de robot.

Las tendencias robóticas en la Unión Europea

En la Unión Europea, Alemania es el peso pesado. A escala mundial, arrojó la cuarta mayor densidad de robots en 2022, después de Japón, Singapur y Corea. Más de un tercio de los robots que se instalan en Europa trabajan en las fábricas alemanas. Le siguen Italia (16 %) y Francia (10 %).

Las ramas de la industria en las que encuentran aplicación más robots son: la industria automotriz, la del metal, el sector químico y del plástico y la industria alimentaria. La industria automotriz sigue siendo una buena compradora de robots industriales y aquí es donde más despuntan las compras alemanas. Sin embargo, se hace notar un comportamiento de inversión cíclico que dio lugar a una disminución en las instalaciones en Alemania e Italia. En los demás sectores aumentaron las instalaciones y volvieron a alcanzar el nivel previo a la pandemia.

Las dificultades en las cadenas de suministro y el encumbramiento de China en el mercado de la robótica

Los cuellos de botella en las cadenas de suministro se convirtieron en un dilema para los fabricantes de robots. Con las carteras de pedidos a rebosar, se encontraron con dificultades para cumplir con las entregas. Esta es una de las claves de las carreras meteóricas de empresas emergentes chinas dedicadas a la robótica. Junto a su capacidad de adaptación a las tendencias del mercado y al desarrollo de soluciones escalables se benefician de una mayor disponibilidad de mano de obra especializada y de ayudas estatales. Esta dinámica lleva incluso a los fabricantes internacionales establecidos a recurrir con mayor asiduidad a la cadena de suministros china.

Las empresas como Kuka y Fanuc ya han reaccionado ante estas tendencias. Kuka concluyó hace poco la expansión de su fábrica en Shunde, que ahora es el mayor centro de robótica del sur de China. Y Fanuc terminó en julio la fase de ampliación de su planta en Shanghái y la convirtió en el mayor centro de producción de Fanuc fuera de Japón.

Robots usados como solución eficiente en tiempos de inseguridad económica

Para el año 2023 se espera una ralentización general del crecimiento económico mundial. Se prevé, sin embargo, que la robótica plante cara a esta tendencia. Y para el año 2024 se espera otro aumento en las instalaciones a escala mundial, sobre todo en China.

Las inversiones en opciones eficientes cobran relevancia en tiempos de inseguridad económica. Una alternativa factible a la adquisición de máquinas de estreno son los robots industriales usados. No solo son más económicos, también se encuentran disponibles de inmediato.

En la casa de subastas industriales Surplex se prepara una subasta con robots industriales de los líderes del mercado Fanuc y Kuka. El 24/10 se subastan casi 30 robots de un fabricante de automóviles checo. Proceden de la reestructuración de su planta en Hódonin, República Checa. Por ejemplo: FANUC M-900iA/260L. FANUC R-2000iB/210F. KUKA KR 210 L150-2 2000. KUKA KR 210 R3100 ultra. KUKA KR 210 L180-2 2000. En esta subasta no se establecen precios mínimos, de modo que existe la posibilidad de adquirir robots industriales de gran calidad en condiciones excepcionales.