Las previsiones apuntan a que el film de embalaje de plástico monomaterial flexible global tenga un valor de 55.7 mil millones de dólares en 2023, y que crezca a una tasa anual compuesta (CAGR) constante de + 4.1%, a nivel mundial. Para el éxito futuro en este segmento es fundamental mejorar la reciclabilidad, reemplazando los laminados y las construcciones multicapa con diseños de un solo material más fáciles de recuperar.

Los datos del último informe de mercado de Smithers, The Future of Mono-Material vs. Multi-Material Packaging to 2028, abordan este desafío directamente. Muestra que en 2023, el consumo total de películas de embalaje de plástico monomaterial alcanzará los 24,0 millones de toneladas de material. La demanda por volumen aumentará a una tasa compuesta anual del 4,5 % hasta alcanzar los 30,0 millones de toneladas en 2028. Durante el mismo período, la demanda por volumen de envases de varios materiales aumentará a una tasa compuesta anual del 3,6 % más lenta, lo que impulsará el consumo de 10,4 millones de toneladas (2023) a 12,4 millones de toneladas (2028).

El análisis experto del informe rastrea el estado actual del arte en el diseño flexible de un solo material para identificar qué segmentos tienen el mayor potencial comercial. Los principales desafíos técnicos son igualar el rendimiento de la barrera y el termosellado de los diseños multicapa establecidos, brindando una vida útil comparable y protegiendo contra el deterioro. De las 11 aplicaciones de uso final examinadas en el análisis de Smithers, los productos farmacéuticos, el cuidado personal y los alimentos frescos pronostican las mayores ganancias para los monomateriales en los próximos cinco años.

Múltiples fabricantes han introducido con éxito sustratos de embalaje de un solo material de mayor barrera. Estos ya han logrado una buena tracción en alimentos deshidratados, detergentes y alimentos secos para mascotas; el rendimiento de la barrera aún debe refinarse para ver una mejor penetración en los segmentos restantes, como los alimentos líquidos. Los mismos operadores están realizando mejoras en el termosellado de películas de un solo material para igualar la integridad del sellado y el rendimiento de los paquetes de varios materiales en las líneas de llenado de alta velocidad.

El polipropileno (PP) es el tipo de plástico más utilizado para la película de polímero plástico de un solo material, seguido del polietileno (PE). El PVC y la fibra de celulosa regenerada (RCF) representan cada uno cuotas de mercado muy bajas. Se pronostica que las películas de embalaje de un solo material de PP crecerán a la tasa más rápida, por delante del PE. Una de las principales ventajas del PP es que se puede laminar con una película de PE y aun así aceptarse como reciclable; ya que ambos son poliolefinas.

La presión por una mayor sostenibilidad en los plásticos es mayor en Europa, pero muchos propietarios de marcas están galvanizando el mercado, con compromisos para hacer que todos sus envases sean reciclables en todo el mundo. Esto se manifiesta en múltiples iniciativas de diseño nuevo para el reciclaje, descritas en este informe. El objetivo final es crear una economía circular para los plásticos flexibles, con bolsas, bolsitas y películas desechadas que crean la materia prima para una nueva generación de envases.

Esto requiere la inversión de los productores de plástico, los esquemas de recolección de circuito cerrado para envases de consumo ya están en funcionamiento, creando un suministro incipiente de PP y PE reciclados para pruebas en el mundo real. Sin embargo, el verdadero volumen provendrá de la comercialización del reciclaje químico (avanzado), que también promete proporcionar grados de rPP y rPE aptos para el contacto con alimentos. The Future of Mono-Material vs. Multi-Material Packaging to 2028 combina análisis técnico experto con pronósticos de datos de mercado exclusivos (por valor y volumen) hasta 2028.