Sostenibilidad, autenticidad y optimización de recursos son los conceptos que marcan tendencia en la industria del packaging y en el sector del etiquetado. Todos los mercados se han visto afectados por la pandemia de Covid-19, cosa que ha impulsado la apuesta por la eficiencia y el ahorro de materias primas y recursos energéticos. En el caso de las etiquetas, no podemos olvidar su potencial comunicador y la capacidad de influir en la decisión de compra, tanto por su diseño como por la textura de los materiales que las componen.

Los estudios de neuromarketing revelan que los materiales texturizados sin recubrimiento transmiten autenticidad y, por tanto, sensación de mayor calidad. En un mundo tan competitivo, los detalles marcan la diferencia, y los elementos del envoltorio tienen capacidad para transmitir historias que acaben fidelizando a un consumidor.

Materiales más sostenibles

Los avances en la investigación de materiales más respetuosos con el medioambiente están permitiendo proporcionar películas plásticas para embalaje flexible hasta un 50% más delgadas, sin que ello penalice sus prestaciones. Los beneficios en cuanto a ahorro de materias primas, consumo de agua y energía durante el proceso de fabricación son evidentes.

También proliferan los sustratos provenientes de fuentes vegetales, obtenidos a partir de materiales de desecho. Es el caso de las etiquetas autoadhesivas de papel de caña de azúcar, que se fabrica con fibras sobrantes en el procesado de la caña, y las de madera, de lámina de abedul, que transmiten un acabado natural y ofrecen sensación de autenticidad.

Una de las características que definen a los materiales ecológicos es su compostabilidad; es decir, la capacidad de, una vez acabada su vida útil, reintegrarse en el medio natural sin contaminarlo. Las etiquetas biodegradables de papel o film compostable cumplen con esa condición, tanto en los componentes del sustrato como del adhesivo.

Etiquetas autoadhesivas que facilitan el reciclaje

La industria del etiquetado está desarrollando adhesivos que mejoran la separación de los envases, cosa que facilita su reciclaje y reutilización. Las etiquetas autoadhesivas hidrosolubles se están utilizando ya sobre todo en botellas de vino. Durante el proceso de lavado previo a la reutilización de las botellas, el adhesivo empleado se elimina sin dejar residuos, con lo cual se reduce el impacto ambiental.

Algo parecido sucede con el etiquetado de envases de tereftalato de polietileno (PET). Las etiquetas de polipropileno (PP) se despegan con facilidad durante el proceso de reciclaje, de manera que se facilita la recuperación del plástico para fabricar nuevos envases de r-PET. Todas las grandes marcas están apostando por soluciones más sostenibles, a causa de las exigencias regulatorias y la mayor conciencia ecológica de la sociedad, pero también porque ello supone una ventaja competitiva.

Materiales innovadores y acabados de calidad

Trabajar en la impresión de sustratos más finos y con materiales innovadores requiere precisión y el dominio tecnológico necesario para conseguir acabados de alta calidad. Eso es lo que ofrecen las máquinas de Rotatek, capaces de responder a los retos más exigentes gracias a la versatilidad que les otorga su composición modular.

La calidad de los acabados resulta decisiva en un contexto como el actual. Las medidas adoptadas como consecuencia de la pandemia han cambiado de forma definitiva los hábitos de consumo. En alimentación, por ejemplo, la gente opta por la comida para llevar, de manera que el packaging, tanto el diseño del envase como de los elementos de etiquetado, es un elemento definitivo en la decisión de compra.