Arla mantiene un gran compromiso con sus trabajadores, clientes y consumidores, por ello siempre trata de transmitirles sus valores y hacerles partícipes de ellos. Desde la cooperativa buscan la mejor forma conducir la compañía de forma sostenible y responsable, para lo que cuenta con un código de conducta que se aplica a todas sus acciones y decisiones.

El código de conducta de Arla, conocido por la propia empresa como “Nuestra Responsabilidad”, abarca todas aquellas actividades llevadas a cabo por la productora láctea. Sus claves son el diálogo entre las personas y la cooperación entre la compañía y los ganaderos, no solo para favorecer un entorno laboral agradable, sino para lograr una transparencia máxima en todos los ámbitos del negocio. La ética de Arla va más allá de un conjunto estricto de leyes y regulaciones, para la cooperativa una conducta empresarial responsable proviene de vivir en profundidad los valores de la compañía y actuar conforme a ellos, un trabajo diario de esfuerzo y dedicación que vienen realizando desde hace muchos años.

Así pues, el éxito de Arla y sus productos 100% naturales y sostenibles reside en su implicación con las comunidades de las que forman parte y su máximo respeto hacia el medioambiente y el entorno que la nutre. De esta manera, su identidad corporativa, denominada Good Growth, está fuertemente ligada a la colaboración y el trabajo en equipo, a un proceso de producción responsable y sostenible y a un cuidado extremo hacia la sociedad, el clima y la naturaleza, lo que da como resultado unos productos únicos.

La compañía de origen danés disfruta de una posición privilegiada en el mercado global lo que le permite distribuir productos lácteos saludables, responsables y de alta calidad.